lunes, 19 de enero de 2015

Necesitamos reír pero sin hacer herida

Tras los atentados de París y pasados los días creo que es necesario un poco o un mucho de sosiego y serenidad para dar tiempo a la reflexión. Algo que no acostumbramos a ejercer esclavos en estos tiempos del mensaje rápido seguido del reenvío y al que nos apuntamos sin apenas pensar ni conocer.

Los titulares se suceden, la información salta de red en red social y a las ediciones digitales de los principales medios de comunicación.¡¡¡Horror!!!. Diez, once y finalmente doce personas asesinadas en la redacción del Charlie Hebdo a sangre fría por dos fundamentalistas musulmanes. El resto de la trágica matanza ya la conocemos y estamos viviendo sus consecuencias.

Desde que saltó el primer titular todos éramos Charlie Hebdo y las viñetas creativas y solidarias se difundieron a toda velocidad por las redes con el famoso "Je suis Charlie". Y todos en la indignación del momento dimos al me gusta y lo reenviamos. Claro que éramos Charlie Hebdo y claro que enarbolamos enseguida la bandera de la libertad de expresión y más cuando el ataque viene de una auténtica amenaza mundial, el avance y la continua ofensiva de un yihadismo cada vez más organizado, más extendido y envalentonado. De unos auténticos fanáticos dispuestos a destruir nuestro mundo para imponer el suyo.

Y claro que sigo siendo Charlie Hebdo pero ahora necesito colocar mi anexión una vez que el tiempo nos ha proporcionado más información, reflexión y nos ha ayudado a tratar al menos de situar las cosas. Sí "je suis Charlie" no porque comparta su línea editorial y su manera de entender el humor, sí porque no estoy dispuesta a que el miedo y la amenaza de muerte sea el arma para expresar mi repulsa a una ofensa, sea religiosa o del tipo que sea tal y como hace Al Qaeda y simpatizantes.

Al día siguiente de la masacre es cuando me llegan otras viñetas publicadas por la misma revista pero esta vez con la religión cristiana como protagonista. Me siento herida, me parece de un gusto pésimo y una imagen totalmente gratuita. No me considero una mojigata pero sí estoy convencida de que hay un límite y la libertad de expresión como la de información lo tienen también. No vale todo en nombre de estos dos derechos que enseguida se esgrimen y se manipulan según por donde sople el viento.

Y es que esta publicación francesa vive precisamente de eso, de jugar sobre la línea roja o mejor dicho de atravesarla continuamente desde el orgullo de la valentía y de la no autocensura. En mi opinión no es autocensura lo que los medios y cada uno de nosotros debemos poner en nuestros escritos, viñetas y espacios digitales, es el más elemental de los deberes de una sociedad libre que es el respeto. Normas y normas para circular, para el peatón, para la comunidad de vecinos, para tirar la basura, para poner música en el pub o sacar la terraza a la calle, para subir a un autobús o para bajar... respeto absoluto con los homosexuales y tantos otros colectivos ¿y no sabemos las más mínimas normas de respeto a las creencias religiosas y más profundas de las personas?. Me gustaría saber qué tipo de humor gasta Charlie con los homosexuales y ojalá que no sea el usado con los temas religiosos.

Claro que vomito ante estos dichosos yihaidistas, estos fundamentalistas que ya dejaron su huella de terror en España, claro que no se puede ir con la automática preparada continuamente... pero enseñemos al mundo que nosotros somos los primeros que sabemos respetar y convivir sin herir y ofender y sin hacer una continua herida en muchos de nuestros prójimos.

Humor claro que sí. Este mundo necesita reír y mucho y ese humor, el que no ofende y provoca hasta la carcajada, es precisamente el más difícil de dibujar.

Y quien quiera entender que entienda.

Laura Figueiredo



Apunte final: Añado un breve comentario sobre otra de las noticias recientes que ponen en evidencia la rapidez con que nos subimos a carro de lo que pasa a toda velocidad por nuestros whatsapps o redes sociales. Es lo que también nos pasó con el aluvión informativo y de mensajes en las redes sociales del ébola y Teresa Romero. Todos éramos Teresa Romero y ¡claro que lo éramos!. Ahora el tiempo descubre que no dijo toda la verdad y ¿qué ocurre?. Pues que seguimos siendo Teresa Romero pero menos. A mí me ha defraudado, me siento engañada y lamento su falta de honradez y sinceridad y sobre todo su insistencia en una mentira crucial en el caso y proceso que a continuación se desarrolló. Ahora nos tocaría ser la médico de familia que tantas críticas recibió y para la que unos minutos valieron para echar por tierra su profesionalidad de años y su honor.

3 comentarios:

  1. Por tu artículo, y aunque posiblemente no haya sido tu intención, se ve un atisbo de estar de acuerdo con lo de que en cierto modo occidente provoca al islam y los atentados son la consecuencia. Algo parecido a lo que dice el impresentable de Guillermo (Willy) Toledo.

    Como dices, también existen caricaturas de la religión católica en esa misma revista. Lo de si con buen o mal gusto, yo no me atrevo a opinar como tu, el gusto estará en cada uno. Sin embargo el hecho fundamental, es que no creo que sea imaginable a ningún católico empuñando un arma y matando a los dibujantes de la caricatura. Se podrá enfadar, rabiar, o denunciar a la revista, que por otra parte, es lo que deben hacer un ser civilizado.

    Haces una pregunta interesante: ¿Por qué tenemos que respetar a, por ejemplo los homosexuales, y no pasa nada si ironizamos con las creencias de las personas? Yo también estoy de acuerdo, en que debe ser todo o nada, pero lo fundamental de la cuestión, es que una está prohibida por ley y la otra no. Y aquí es cuando deja de tener sentido tu pregunta. Una sociedad avanzada y civilizada como tengo la ilusión que es la nuestra se debe a la Ley, la que elaboran los parlamentos (mejor o peor) que nosotros mismos elegimos, y si no nos parece bien como lo hacen, para eso está la democracia (aunque no sepamos usarla, pero ese es otro tema). No estamos sujetos a ninguna ley divina, llámese biblia, corán, torá, o cualquier otra. ¿Acaso no has pensado que algo que puede ser habitual para tí, y que haces a diario, puede ser ofensivo para alguna religión?

    Habitualmente, en tus artículos muestras el blanco y el negro, pero obvias una gran cantidad de grises que hay por el camino.

    Y que conste que a mi tampoco me parece de buen gusto lo poco que conozco de Charli Hebdo, que seguramente será lo mismo que conocemos la mayoría, lo que nos ha llegado últimamente a todos por las redes. Pero esa no es la cuestión. La cuestión es que si lo que hacen es legal, los malos son los otros, y no podemos dejar ningún resquicio a la duda. Las ofensas religiosas no pueden ser motivo de la más mínima duda. Y quien se sienta ofendido, que luche por su ilegalizción, penalización, etc., pero con métodos civilzados. No demos alas con este tipo de artículos a los indecisos.

    ResponderEliminar
  2. Leo tu opinión y comentario y te agradezco mucho tu tiempo y observaciones . Al hilo de tu escrito te diré que no es Occidente quien provoca, en este caso es "C.H". Los atentados son consecuencia de un fanatismo terrorista que en nuestra mente y educación occidental y democrática no tienen cabida

    Una sociedad "avanzada y civilizada" no necesitaría leyes y normas para absolutamente todo. La realidad nos demuestra que no es así, que cada vez son más las leyes que nos rigen y nos dicen lo qué está prohibido y permitido. Lo último es que la Dirección General de Tráfico pretende controlar a los peatones pudiéndoles hacer un test de alcoholemia y de velocidad. Si fuéramos tan "civilizados y avanzados" pocas normas serían necesarias pues conviviríamos con el sentido común y el respeto a la persona como primeras normas sin necesidad de ser escritas.

    Es cierto que entre lo blanco y lo negro hay una amplia gama de grises. Pero también es verdad que no podemos terminar justificando todo y cayendo en el relativismo. Depende, todo depende y mientras tanto nunca nos posicionamos ni optamos por nada. Cuando votas por un partido no quiere decir que estés al cien por cien de acuerdo con él. Si te quedas en los grises nunca optarías por ninguno. Podrás tener tu vino preferido pero seguro que no tiene un diez en todos los aspectos de la cata pero u optas por él o te quedas pensando eternamente con cuál te quedas. No debemos obviar los grises pero no podemos dejar que lo justifiquen todo.

    El ataque por razón de sexo (aquí incluyo homosexualidad) y creencia religiosa está más que prohibido por nuestros derechos fundamentales en la Constitución 1978.
    Un saludo amig@ anónim@

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se si soy yo el que no entiende tu comentario/respuesta, o eres tu quien no ha entendido mi comentario.

      Para resumir mi comentario anterior: en lo que no estoy de acuerdo en absoluto es con la frase del título del artículo.
      ¿Tu no te ríes viendo videos de gente que se "pega castañazos" por la calle? Pues es lo mismo, puedes herir la sensibilidad del que se cae.
      En definitiva, que si yo me río de algo que daña la sensibilidad de alguien, para eso están las leyes, no las armas. Y es que además es muy difícil hacer algo o reirse de algo, sin que absolutamente nadie se sienta ofendido.
      Por eso te digo que con tu título parece que hay una (aunque solo sea leve) justificación.
      Y otra cosa, a mi que haya un amplio abanico de opciones (grises), no me supone ningún problema a la hora de elegir, porque así puedo elegir varias opciones a la vez (o ninguna), pero será lo que yo quiera. ¡Qué triste sería todo solo con blanco y negro!

      Eliminar