lunes, 29 de diciembre de 2014

"La vida no me ha dado para más"

Son días de encuentros familiares y con amigos. Son fechas que trato de aprovechar para escuchar y ponerme al día de las vidas de las personas que aprecio y con las que a lo largo del año la relación es solo virtual gracias al whatsapp.


Son ocasiones para vernos cara a cara, mirarnos, saludarnos con un buen beso y un abrazo y para charlar siempre y cuando las miles de obligaciones sociales y gastronómicas que incluyen estas fiestas nos lo permitan.

Hace un tiempo abordaba este tema en una de mis "entradas" y ahora vuelvo de nuevo después de oír a algunas de mis buenas amigas. Todas en los cuarenta y muchos o cincuenta y pocos. Todas mujeres trabajadoras fuera de casa, luchadoras cada una en su ámbito. Hace 25 años todas lo tenían claro, estudiar y trabajar fuera de casa por eso de la independencia económica, la realización personal, la vida es más que la casa y los hijos...

Ahora una de ellas dejó su empresa, dos guarderías, por las que había apostado sin dudar. Contaba que en una entrevista le preguntaron que cuántas horas trabajaba al día y se sorprendió cuando respondió "casi toda mi vida". Después nos recordaba sus diez años de noviazgo porque cada uno trabajaba en una ciudad, la edad con que se casó y la única hija tan estupenda que tiene. Ha podido cambiar las guarderías por un trabajo asalariado en el que tiene bastante flexibilidad y las semanas de intenso trabajo se unen a las de menor carga. Esto sin contar las horas y años que dedicó hasta hace poco a la política municipal en un pequeño pueblo, faceta que dejaba hace unos meses decepcionada y triste. Ahora está en la gloria bendita.

Mi otra amiga con un carreroncio y durante años y años trabajando en la misma empresa se ve en un ERE y con la oportunidad de entrar en otra compañía. Tras pasar las entrevistas y pruebas oportunas el puesto es suyo. El panorama lo describe como frío, deshumanizado y lleno de obstáculos diarios y un horario leonino. Se plantea que mejor se hubiera quedado con el ERE trabajando seis meses al año.

No falta la historia de otra de las amigas y que año tras año se repite. Buen puesto en empresa internacional y toda la vida igual, trabajando horas y horas sin tiempo para nada. Mientras la salud se resiente los kilos aumentan de manera peligrosa. Todo por el trabajo y demostrar que ella, mujer, también puede llegar allí, donde ellos. Una hija criada muy sola. Ahora sueña con la prejubilación y que las condiciones en los años que faltan no empeoren mucho.

Por último, está mi amiga la del "empleo en precario" como ella siempre dice. Y es ella o mejor dicho una de sus dos hijas con de 20 años quien lanza la pregunta y la respuesta del titular de este post o entrada.

- Mamá ¿por qué no tuviste más hijos?

- Pues hija porque la vida no me daba para más.

La jovencita no lo podía entender - ¡¿cómo que la vida no te ha dado para más?! -

Pues como soñar es gratis soñemos en que a esta generación les dé la vida para más. Para más de lo verdaderamente importante.

1 comentario:

  1. Felicidades Laura. Como siempre dando en el clavo. Paquita

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