Hace mucho tiempo que no escribo en mi blog y por tanto que
no comparto opiniones y comentarios con vosotros. No será porque no hay cosas
que todos los días levanten mi curiosidad o provoquen en mí algún comentario.
En fin, no es cuestión de analizar el porqué de esta ausencia y sí de volver a
ocupar un huequito en esta gran red.
Y es que esta vez ha sido muy fuerte. Seré breve. Quien me
conoce sabe de mi animadversión al uso abusivo y sin sentido de palabras en
inglés cuando tenemos un diccionario repleto de palabras españolas, una lengua
de lo más rica. A ello uno mi crítica siempre a la facilidad que tenemos los
españoles a incorporar costumbres ajenas sin saber ni de dónde vienen ni
siquiera lo que significan.
Pues señoras y señores, me rindo. Sí, he decidido sumarme a
lo bueno que traen estos palabros y
ni siquiera indagar sobre su origen o significado. Para esta presentación de
capitulaciones ha sido decisiva la última envestida que me ha cogido totalmente
por sorpresa. El Black Friday en inglés (en español también Black Friday) me ha
asestado el último y definitivo golpe.
¡¡¡Hala!!! Que si Black Friday por internet con unos
descuentos de lo más sugerentes vía online; que sí Black Friday en los
anuncios, reportajes y noticias de la TV; que si Black Friday en la radio con
una cuña tras otra; que si Black Friday en el buzón de casa; en la calle… Y yo
sin hacer caso. -No será para tanto- pensaba. Es más, creo que ni pensaba
porque bastante tenemos con ir superando nuestros días de la semana en español
como para pensar en ellos también en inglés.
Y llegó el Black Friday y ¡sorpresa! Los descuentos eran
verdad, las tiendas se llenaron; las calles a rebosar y todo el mundo con
bolsas con una, dos o más pero todos tenían algo que comprar. Y la publicidad
subió su volumen y los carteles anunciando el Black Friday, con el 10%, 20% y 30%
o más de descuento, se multiplicaron y ¡hala! venga gente. Y llegó también el Black Weekend
en inglés (en español también Black Weekend) y la fiebre consumista del viernes
se prolongó el sábado y el domingo.
Y venga anuncios y venga palabras en inglés. Luego dicen que
si el catalán y el español y resulta que donde sí que seguro que se puede usar el
castellano optamos por el inglés. Debe ser que vende más poner en una bolsa de
Springfield (grupo español Cortefiel) –This is not another paper bag. This is
my brand new closet- o esta otra –Yeah! This is the spirit-.
Y yeah! descuentos en ropa, calzado, complementos, coches,
pisos, dentista, joyerías, muebles, alimentos… y viajes, entradas, líneas
aéreas, ofertas hasta en los bancos. Y -¿por qué?- preguntaba yo y me respondían -pues porque es
Black Friday o es que no te enteras-. Sí claro, cómo para no enterarse. Me
rindo, el próximo año lo señalo en fosforito en mi calendario y no hago la
tontería de irme de compras justo una semana antes de este Black Friday que ha
llegado para quedarse.
Yo también vuelvo a mi blog con la intención de quedarme.
Laura Figueiredo
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