martes, 14 de octubre de 2014

El fallo de más de un protocolo

En este dibujo nos podemos ver reflejados la gran mayoría.
Hace una semana estallaba el caso del ébola y lo hacía sin piedad ninguna y además a toda velocidad. Sin apenas tiempo para digerir un primer titular ya habían otros dos o tres en primera página y a cual más contradictorio. Unos días de auténtica locura para todos, unos como médicos y personal sanitario, otros como vecinos, ciudadanos,  políticos, periodistas,  defensores de los animales...


Lo ocurrido, y una vez que se ha medio encauzado la gestión del caso, nos invita a una pequeña reflexión que ya tiene en mi opinión una conclusión: aquí ha fallado más de un protocolo al margen del  propiamente  científico y médico marcado para evitar el contagio del ébola.

-. El protocolo de los políticos hacía aguas con unas comparecencias inseguras y titubeantes por una parte y contundentes y fuera de lugar por otra. Los responsables políticos no han dado la talla y se han visto desbordados ante un caso al que no se puede hacer frente desde la prepotencia  y la soberbia mostrada por algunos. Necesitamos respuestas claras  en momentos tan confusos. Para ello, se necesitan ante las cámaras y micrófonos no políticos desencajados sino voces autorizadas en el mundo de la ciencia, la epidemiología y las enfermedades contagiosas que sin ocultar la verdad sepan transmitir también tranquilidad y serenen los ánimos.

Los políticos debían saber que el ébola es una enfermedad que da miedo y que el miedo es libre y que cuando es colectivo se agiganta y contagia. Un principio básico con el que se debía haber contado desde el principio porque la receta ante una sociedad en este estado es información clara, fidedigna y rápida en lugar de intervenciones torpes, confusas y encima controvertidas.

-. El protocolo que debería nacer de forma natural por el hecho de que somos humanos, se hace invisible cuando ves a cientos de personas defendiendo con uñas y dientes al perro  Excalibur como objetivo primordial en una realidad que en África se lleva a miles de personas. Un tema que se convertía en trending topic  #SalvemosaExcalibur en cuestión de minutos por encima  del #TodosConTeresaM4. Claro que aquí también necesitamos que alguien nos explique por qué se sacrifica al pobre perro y que sin miedo ninguno le diga a esos defensores tan acérrimos del pequeño canino que ahí lo tienen, que se lo lleven y lo cuiden pero eso sí, en medio del desierto. Pero tampoco nadie salió a explicarlo como es debido.

-. El protocolo de las redes sociales ha vuelto a demostrar que no existe y que las barbaridades y  los bulos se pueden suceder uno tras otro porque aquí vale todo. Además, en medio una ciudadanía que no sabemos qué creer y qué no creer.

-. Por último, el protocolo de todo periodista en muchos casos ha brillado por su ausencia. Ha habido profesionalidad pero también el sensacionalismo y el morbo han roto reglas. El deseo de informar verazmente de unos se ve superado por la carrera a toda velocidad del espectáculo,  vacío de contenido pero lleno de audiencia.

Durante unos días hemos sacado lo mejor y lo peor de nuestro sistema sanitario, de nuestros periodistas y medios de comunicación, de las redes sociales y de una ciudadanía que aún confusa también ha sabido mostrar su cara buena.

En fin, que lo sucedido en cinco días con todas sus histerias y malas prácticas sirva al menos para aprender y que cada uno saque sus consecuencias. Por lo pronto, como hemos visto las orejas al lobo miramos de otra manera a África y a tantos voluntarios que como misioneros o a través de Médicos sin Fronteras y Cruz Roja  están allí al píe del cañón todos los días y sin titubear.

Laura Figueiredo.

3 comentarios:

  1. Laura, acabo de hacer un comentario similar a lo que tu publicas a un amigo americano. Con todo esto se nos ha visto el plumero. Para mí, el principal, pero también el más evidente, creo, es que el ébola es noticia porque ya no es algo que le pase sólo a "los otros". Antonio Gragera

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  2. Siento repetirme, pero tenía que corregir esto: Laura, acabo de hacer un comentario similar a lo que tú publicas a un amigo americano. Con todo esto se nos ha visto el plumero. Para mí, lo más significativo, y también lo más evidente, creo, es que el ébola es noticia porque ya no es algo que le pase sólo a "los otros". Antonio Gragera

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