En este dibujo
nos podemos ver reflejados la gran mayoría.
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Hace una semana estallaba el caso
del ébola y lo hacía sin piedad ninguna y además a toda velocidad. Sin apenas
tiempo para digerir un primer titular ya habían otros dos o tres en primera
página y a cual más contradictorio. Unos días de auténtica locura para todos,
unos como médicos y personal sanitario, otros como vecinos, ciudadanos, políticos, periodistas, defensores de los animales...
Lo ocurrido, y una vez que se ha
medio encauzado la gestión del caso, nos invita a una pequeña reflexión que ya
tiene en mi opinión una conclusión: aquí ha fallado más de un protocolo al
margen del propiamente científico y médico marcado para evitar el
contagio del ébola.
-. El protocolo de los políticos
hacía aguas con unas comparecencias inseguras y titubeantes por una parte y
contundentes y fuera de lugar por otra. Los responsables políticos no han dado
la talla y se han visto desbordados ante un caso al que no se puede hacer
frente desde la prepotencia y la
soberbia mostrada por algunos. Necesitamos respuestas claras en momentos tan confusos. Para ello, se
necesitan ante las cámaras y micrófonos no políticos desencajados sino voces
autorizadas en el mundo de la ciencia, la epidemiología y las enfermedades
contagiosas que sin ocultar la verdad sepan transmitir también tranquilidad y
serenen los ánimos.
Los políticos debían saber que el
ébola es una enfermedad que da miedo y que el miedo es libre y que cuando es
colectivo se agiganta y contagia. Un principio básico con el que se debía haber
contado desde el principio porque la receta ante una sociedad en este estado es
información clara, fidedigna y rápida en lugar de intervenciones torpes,
confusas y encima controvertidas.
-. El
protocolo que debería nacer de forma natural por el hecho de que somos humanos,
se hace invisible cuando ves a cientos de personas defendiendo con uñas y
dientes al perro Excalibur como objetivo
primordial en una realidad que en África se lleva a miles de personas. Un tema
que se convertía en trending topic #SalvemosaExcalibur en cuestión de minutos por encima
del #TodosConTeresaM4.
Claro que aquí también necesitamos que alguien nos explique por qué se
sacrifica al pobre perro y que sin miedo ninguno le diga a esos defensores tan
acérrimos del pequeño canino que ahí lo tienen, que se lo lleven y lo cuiden
pero eso sí, en medio del desierto. Pero tampoco nadie salió a explicarlo como
es debido.
-. El
protocolo de las redes sociales ha vuelto a demostrar que no existe y que las
barbaridades y los bulos se pueden
suceder uno tras otro porque aquí vale todo. Además, en medio una ciudadanía
que no sabemos qué creer y qué no creer.
-. Por último,
el protocolo de todo periodista en muchos casos ha brillado por su ausencia. Ha
habido profesionalidad pero también el sensacionalismo y el morbo han roto
reglas. El deseo de informar verazmente de unos se ve superado por la carrera a
toda velocidad del espectáculo, vacío de
contenido pero lleno de audiencia.
Durante unos
días hemos sacado lo mejor y lo peor de nuestro sistema sanitario, de nuestros
periodistas y medios de comunicación, de las redes sociales y de una ciudadanía
que aún confusa también ha sabido mostrar su cara buena.
En fin, que lo
sucedido en cinco días con todas sus histerias y malas prácticas sirva al menos
para aprender y que cada uno saque sus consecuencias. Por lo pronto, como hemos
visto las orejas al lobo miramos de otra manera a África y a tantos voluntarios
que como misioneros o a través de Médicos sin Fronteras y Cruz Roja están allí al píe del cañón todos los días y
sin titubear.
Laura Figueiredo.
Laura, acabo de hacer un comentario similar a lo que tu publicas a un amigo americano. Con todo esto se nos ha visto el plumero. Para mí, el principal, pero también el más evidente, creo, es que el ébola es noticia porque ya no es algo que le pase sólo a "los otros". Antonio Gragera
ResponderEliminarSiento repetirme, pero tenía que corregir esto: Laura, acabo de hacer un comentario similar a lo que tú publicas a un amigo americano. Con todo esto se nos ha visto el plumero. Para mí, lo más significativo, y también lo más evidente, creo, es que el ébola es noticia porque ya no es algo que le pase sólo a "los otros". Antonio Gragera
ResponderEliminarDesde aquí ha parecido todo eso, sí.
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