lunes, 30 de septiembre de 2013

Menos mal que tenemos expertos


Está claro que este mundo funciona gracias a los expertos o mejor dicho funciona como funciona gracias a esos expertos.


Cada vez que escucho algo como "un grupo de expertos ha..." me echo a temblar. La última más comentada ha sido el cambio de horario en nuestro país. Se trata de retrasar una hora para ajustarnos al huso horario real de España que es el de Europa Occidental (Gran Bretaña y Portugal ) y no el de centroeuropea que es el que tenemos actualmente.
Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el grupo de trabajo para la Racionalización de horarios, la Conciliación de la vida personal, familiar y laboral y la Corresponsabilidad del Congreso de los Diputados asistidos por sesenta expertos. A ello han dedicado 9 meses.

Todo ello para llegar a la conclusión, entre otras, de que los horarios laborales en España son cuanto menos " singulares". Insisto, para ello una comisión de diputados, 60 expertos y 9 meses. Me podían haber preguntado a mí o haberse puesto a la puerta de cualquier ciudad bancaria, en pleno centro Azca de Madrid o empresarial, en multinacionales o mononacionales. A la puerta de más de una de las empresas de nuestra zona y preguntar. Sin cobrar un duro estos expertos supervivientes de esos “horarios singulares” hubieran dibujado la realidad de nuestro país en tan solo una hora.. Hubiera faltado espacio para recoger tanta falta de sentido común en horarios, conciliación, corresponsabilidad.

Lo que la comisión califica como “horario singular” es llegar al trabajo a las 8 u 8.30 de la mañana para volver a casa a partir de las 20h de la noche y con suerte. Por medio de esas 12h hay hora de comida, de desayuno, para algún que otro café... Además están quienes apenas tienen tiempo para comer porque sobre la mesa o en el listado de “puntos de acción” y cierre de plazos se piensa en solo una persona para realizar el trabajo de dos y de tres. 

No olvidemos otra de las “singularidades del horario laboral” español, la organización interna de la empresa. El jefe convoca reunión a la hora de salir, reuniones que se suceden sin prisa para unos pocos a costa de la prisa de otros muchos que no ven el momento de apagar el ordenador. Tb ocurre lo contrario, te pasas la jornada de reunión en reunión estableciendo "puntos de acción" para poder ponerte a desarrollar esos puntos cuando termina justo la jornada porque antes no has tenido tiempo con tanto "encuentro laboral".

Hace tiempo que vengo diciendo que si España produjera a razón de horas de trabajo y de estancia en el lugar de trabajo, EEUU no nos llegaba a la suela del zapato y Merkel no se atrevería ni a tosernos. Pero no me cabe la menor duda de que esta correspondencia no existe. El hecho de trabajar jornadas interminables no significa que produzcamos más y si esto ocurre es porque algo no funciona.

Y es que no puede funcionar un horario laboral absurdo y una organización interna que no tiene ni píes no cabeza. 

Otra cosa es que el retrasar la hora permita abandonar la singularidad para sustituirla por el sentido común. No creo el retraso de una hora nos lleve a un horario racional. Seguiremos entrando a las 8 (que serían las 9 de ahora y saliendo a las 19 o 20h (que serían las 20/21h). Resultado, otras 12 horas en el trabajo sin la producción esperada, sin conciliación posible y sin ninguna racionalidad.
El cambio va mucho más allá del cambio de huso horario. Exige tiempo y es de costumbres y hábitos, es de cultura y de educación, es reconocer lo absurdo de una distribución de horas y querer dar un giro a un sistema que tarde o temprano nos va a estallar en las manos como nos explotó la actual crisis-revolución. Exige un cambio tanto en el ámbito personal y familiar como empresarial. 

Habrá que llegar bien desayunados al trabajo, comer ligero y pronto para salir a la 17 o 18h y contar con una tarde para conciliarla como cada uno quiera, deba o pueda. Salir a tu hora por regla general y no como una excepción. Pero esto no vale de nada si no se apuesta y se trata a nuestros trabajadores como personas y profesionales que son. Otra forma de trabajar es posible y otros horarios son posibles sin dejar de ser una empresa rentable y con beneficios. 

En fin, otra vez me he pasado pero es que lo de los 60 expertos y los 9 meses me tienen alucinada. ¿Pasaría esto en una empresa privada? Pues no. El estudio lo hubieran hecho los 2, 3, 4 o 5 empleados de determinado departamento y al margen de su tarea habitual y después de estar de reunión en reunión. ¿Y un plazo de 9 meses? Jajaja, “hoy mejor que mañana” 

Laura Figueiredo

Puntualizaciones:

1.- Datos recogidos durante una tarde de café con tres amigos de Madrid que desempeñan cargos de diferentes niveles en la empresa pública y en dos multinacionales. Opiniones y realidades que se pueden extrapolar a más de una empresa de nuestra zona. No podemos generalizar.
2. La comisión llegó a más conclusiones y propuestas y habrá que entender lo del cambio de horario como un paso hacia una vida más humana.

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/19/espana/1379610993.html

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