jueves, 25 de julio de 2013

Socorro, estoy “desguasada”

En los últimos días unos y otros se han encargado de recordarme que vivo sin whatsApp. Yo por el contrario, y sin proponérmelo, les estoy demostrando no sólo que se puede vivir sin esta aplicación sino que además se puede ser hasta feliz.


Hace poco quedaba a comer con unas amigas que además son antiguas compañeras de batallas profesionales. Sabía el día y el lugar pero no la hora. Teníais que ver la cara de Rosa cuando descubrió junto con Gema que no aparecía en la lista de los wp.”Es que no te encuentro en la lista” me respondía con voz de asombro cuando decidí solucionar mi problema llamando por el móvil.

Después de que estas dos compañeras superaran el shock, llegó Ana que no tardó en ver mi móvil sobre la mesa. Con toda naturalidad me dijo que cómo no me daba vergüenza sacar esa antigüedad.

Poco antes, otro amigo con el que intercambiaba algunos datos me colocó directamente en el grupo de personas que “cuestan”, en seguida entendí que conectar conmigo cuesta el dinero de una llamada o de un sms.

Claro que lo peor es lo del grupo de amigos de Madrid, como así nos identificamos. De 17 adultos y cosa así de 20 niños-adolescentes soy la única que no tengo wp. Estoy convencida que hasta Pablito maneja el artilugio. El caso es que la única amiga que me quedaba en esta pandilla fuera de la aplicación, Conchita, hace dos o tres meses que se ha sumado a la era digitalísima y ya no recibo ni un solo correo de ella. Las dos nos comprendíamos muy bien y en cuanto nos enterábamos de algo que el resto había decidió compartir por el wp nos lo contábamos. Ahora me siento sola e incomprendida.

Es más, no me doy por enterada del lumbago de Juan Antonio pues sólo lo ha comunicado por el dichoso wp. Así que aguantaré encima que me ponga en la lista negra por no interesarme por su salud.

Ahora pasa con el wp lo que hace un tiempo pasaba con el correo electrónico. Los mensajes y archivos que nos enviábamos por e-mail eran el tema de conversación entre los amigos cuando nos veíamos cara a cara. Que si que chula la presentación del amanecer, que si la historia del viejo y el niño, que si las fotos del National Geographic, que si vaya risa, que si vaya tíos, que si será verdad….Pues ahora no puedo ni participar en las conversaciones: que si tú me mandaste un wp, que si qué va, que si era para mengano, que si me puso esto, que si a mí no me dijo nada, que si os habéis enterado, que si cómo no fuiste a la cena…Es entonces cuando reviento y dejo bien claro y bien vocalizado “os repito que estoy desguasada aunque no os lo podáis creer”.

Eso sí, estoy convencida de que soy la única que no tengo tortícolis de mirar tanto para abajo ni me va salir artrosis temprana en los dedos. Pero como siga así ni llegaré a comer con las amigas, me tacharán de prehistórica, me perderé la cervecita con los amigos porque “cuesto”, no podré participar en los temas sobre el últimos wp de fulano y lo que es peor me quedaré sin amigos.

Con estas líneas no pretendo ni siquiera ironizar sólo contar lo que es cierto. Es lo que le pasa a una persona con una edad como la mía que se supone que sabe encajar esta como otras tantas situaciones. Una persona al fin y al cabo que no tiene la famosa aplicación por circunstancias pero que si verdaderamente la necesitara o quisiera la tendría.

Comprendo, al menos hasta cierto límite, lo que puede sentir un adolescente con una personalidad en construcción y fuera del wp o de otras plataformas y herramientas como las redes sociales. Ellos sí que se quedan al margen del último tema a debatir en la red, de las historias entre compañeros de clase o del último vídeo que circula por el pueblo. De los que no tienen wp no se van a preocupar quienes convocan cualquier “evento” por el móvil porque es impensable que alguien viva sin tuenti, la play o el wp a estas alturas de la vida.

Las nuevas tecnologías han convertido al mundo en un pañuelo, todo está cerca y han permitido el acceso multitudinario a las mismas, quedando al alcance de todos. Una realidad que con mayor o menor ironía, crea marginación y olvido de quienes no están “online”. Y sobretodo entre los más jóvenes que olvidan tener en cuenta al “desguasado” por lo que queda al margen.

En fin, muy triste la vida del “desguasado”. Creo que tras esta reflexión ya no soy tan feliz.  

Laura Figueiredo

PD. Que quede claro que no me niego a tener wp. Mientras lo tengo o no o mientras aparece otro invento reivindico un hueco y recuerdo para “los desguasados”.

9 comentarios:

  1. Laura, pero Whatsapp, como cualquier objeto, uso, aplicación, puede ser útil, buena y beneficiosa si se usa con virtud (aristotélica). Prudencia y sabiduría y poner el móvil en silencio para que no te molesten a las horas más inoportunas, esan son las claves, creo. :)

    Encantado de leerte, como siempre.

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  2. Como dice Jorge las redes sociales, las aplicaciones o cualquier otro software usado desde la lógica es muy útil, eso sí creo que sin darnos cuenta adquirimos nuevos vicios y adicciones a estar "enganchados virtualmente" a que todo sea público y al instante y con abuso creo que no es tan bueno. Como se suele decir en el punto medio esta la virtud...

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  3. Bueno como siempre m encanta leerte, tan clara y sutil en expresar la realidad, y k sin darnos cuenta estamos inmersos en ella dejando escapar ,a veces, cosas muy importantes para la persona...sigue escribiendo, gracias.
    TELVA.

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  4. Yo también estoy "desguasada", y que quieres que te diga tampoco es una cosa que me preocupe. Bastante pendientes y esclavos estamos ya del móvil para estarlo aún más. Además a mi me molesta enormente que estés hablado con una persona y que le suene el dichoso pitido en el móvil, te deje con la palabra en la boca y le de a eso más prioridad. Que no me entero de más cosas, pues como siempre ha dicho el refrán ojos que no ven corazón que no siente.
    Un saludo a todos los guasados y desguasados.
    M.C.

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  5. Claro que en el punto medio está la virtud y en la prudencia y en el sentido común. Pero qué difícil!!!. En fin que quede claro que todas estas aplicaciones me parecen geniales pero no dejan de convertirse en un frente más en la convivencia con los adolescentes cuando no es con los propios. Besotes y como decía un colaborador del antiguo Canfali ·gracias por leerme"

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  6. Lala, si te sirve de consuelo, Juan Carlos no tiene guasap, ni ordenador, por tanto ni internet, ni correo electrónico....con esto imagínate el modelo de móvil que lleva(del cuál tiene en reserva, desde hace un par de años cuando se enteró que iban a descatalogarlo, 3 iguales en el cajón),asi que sepas que NO ESTAS SOLA.
    En cuanto a mi, salvo cuando mis niños me cogen el móvil, que es cuando me arrepiento del dichoso wassap, me es de mucha utilidad, no solo para comunicarme con amigos y familia, sino también para mi trabajo (me supone un "ahorrillo")

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    1. pues aunque sólo sea por comunicarme contigo sin tantos problemas como tenemos siempre me pasaré al grupo de los guaseados.

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    2. yo tampoco tengo guasaka como le digo ami hija y estoy al dia con mi gente salgo tomo mis copas con mis amigos vivo soy feliz y no lo veo tan necesario hay cosas mas importantes como el calor humano en la mirada cuando se habla asi que consuelate que ya somos 2 jajajaajaaj

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  7. Hola Laura, Would be wonderful if you could send me the translation...

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